19 de enero de 2010

6. Incunable:

"Luego me puse a encender cerillas. Lo hago muchas veces cuando estoy de cierto humor. Las dejo arder hasta que ya no puedo sostenerlas y entonces las dejo caer en el cenicero"

-El guardián entre el centeno- (J. D. Salinger)




-Incunable-

De ojos tan incomprensibles
se escuchan los primeros arpegios de un neófito.
Evitas ese respeto abrumador
del que inevitablemente se impregnan
los colores del pasado.

Una historia épica, novelada…
arrebato emocional de un millón de instantes
que podrían pertenecerte, pero no son tuyos.
Pentagramas legibles en la retina.
Un incunable. Y lo habías olvidado.

Sonríes atrevido, heroico, sin medir las consecuencias.
El espectro electromagnético es abismal,
un exceso reconfortante que adormece la razón.
Tu pulso consciente, rendido al color de su música.
Obligado, comulgas con el acto de fe.

Es urgente perderse en ellos, y seguir leyendo
sin importar las consecuencias.



14 de enero de 2010

5. The winter of our lives:




-The winter of our lives-

Llegué tarde a casa.
Se le cerraban los ojos
frente al sofá, a la televisión.

Miré a otro lado
No quise verme reflejado.

Eres lo que más odias -me dijo.
(me dije)

Emak Bakia es infinito.

Mira -le digo.
(me digo)
Está hablando de mí
con cierto respeto.

Olvida, y despacio recuerda
el invierno de nuestras vidas
infinitas, como Emak Bakia.

Déjame sólo.
Todo esto me hace sentir incómodamente bien.




Canción: Duchess (Scott Walker)
Vídeo: Emak Bakia (Cortometraje de Man Ray)

5 de enero de 2010

3. Seísmo:

"...la imaginé observada en ese momento por las miles de cámara de videovigilancia..."

-Agustín Fernández Mallo- (extraído de "Nocilla Lab")



-Seísmo-

Acosado por violentos estornudos,
las sacudidas musculares guiaron mis manos.
En el teclado, improvisaron:

“¿Hacia dónde nos lleva todo esto?
A ningún sitio.”

Leí la frase.

Me limpié la nariz con un pañuelo.
Jugué al póker on-line hasta conseguir un full.
Intenté regocijarme con la fatídica frase desde la cama.
Me quedé dormido.

Me desperté con mis propios ronquidos.