15 de abril de 2011

83. Rasa y Ray:

(…) "¿Qué demonios pasa con ese chaval?, ahí le tienes, con sus quince años vistiendo mejor que cualquier otro empleado adulto de la oficina. Tiene un traje hecho a medida, chaleco cruzado con cuello añadido, chaqueta ajustada a la cintura y solapas así y aberturas asá, y pantalones que bajan ajustados y luego se ensanchan un poco, y una camisa hecha a medida que sube de ese modo por la pinza, detallitos en los que casi nadie cae, y menos aún todos esos pobres tipos que alinean sus narices aquí y ganan cuatro veces más que él y nunca han tenido más que trajes baratos. Es chico de clase obrera. Como la mayoría de los de su clase; dejó de estudiar a los catorce años. Pero lleva trajes hechos a medida desde los doce, se los hace un sitio llamado Jackson´s. Le corta el pelo regularmente, a los “college boy”, un peluquero llamado Andy. Todas… esas… narices… alineadas de ahí son encantadores papás con mejores puestos que él, mejores casas, con sus jardines manicurazos en la parte de atrás, con su Austin 1000, hablan con mejor acento, pero él tiene… La Vida…

Es el estilo de vida lo que les hace únicos, no el dinero, el poder, la posición, el talento o la inteligencia. Y, como la mayoría de la gente que basa su vida en el estilo, son, en general, gloriosamente cínicos respecto a todos los demás"


-Los chicos de la casa de la bomba y otras crónicas de la Era Pop- (Tom Wolfe)





-Rasa y Ray-

Índigo, cencellada
con nombre de mujer
en todas las neveras vacías.

Recubiertas con espejos
aztecas, esta colmena
de cero absoluto
paneles térmicos
e inseguridades,
escupe
lenta
y gradualmente
elegantes
trocitos de disculpas
ajenas.

Orfebrería
del odio
hecho a medida
donde el error
no ocupa lugar.


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